En
el cole disponemos de un espacio que a veces pasa desapercibido. Un lugar
“mágico”, en el que ocurren muchas cosas, en que la responsabilidad, el cuidado
y el esfuerzo ocupan un lugar imprescindible.
Durante
años ha estado un poco abandonado, pero el curso pasado un grupo de padres tuvo
la gran iniciativa de devolverle la vida. Un duro trabajo que tuvo sus frutos.
Este año queremos seguir siendo partícipes de ese proyecto.
El
huerto escolar está creciendo gracias a la participación de todos. Esto es solo
el principio; ya que, cada día se van uniendo nuevas manos que van construyendo
un lugar en el convivir con la naturaleza, fomentando el respeto y cuidado por
la misma. Manos que nos enseñan cada día.
Es
un punto de encuentro abierto a la participación de la Comunidad Educativa
El
huerto es mágico porque en él germinan muchos de los valores que queremos inculcar a nuestros
niños. Un duende, al que nunca vemos, es el encargado de cuidar de nuestras
plantas cuando no estamos. Él nos deja pistas sobre nuestra labor como
“pequeños agricultores” y nos trae cuentos y canciones.
Desde
aquí, agradecer a todos los que hacéis posible que nuestros alumnos disfruten
de este bonito proyecto e invitaros a todos para que forméis parte de él.
El
duende de la naturaleza está deseando abriros la puerta de su huerto y de ver
las caritas de entusiasmo de los niños/as al recoger los frutos que éste puede
ofrecerles.
Esta
no es una pequeña historia… sino una gran historia que acaba de comenzar.
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